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Chiapas en 7 Días: Qué Ver, Consejos e Itinerarios para Viajar por Libre

Chiapas es uno de esos lugares donde la tierra aún habla. No con palabras, sino con silencios: el rumor del río Grijalva entre paredes de piedra milenaria, el crujido de los zapatos sobre adoquines húmedos en San Cristóbal, el canto gutural de un chamula rezando en su iglesia. Es un estado que no se visita, se atraviesa. Y durante siete días, decidimos hacerlo con mochila al hombro, sin prisas, buscando lo que no está en los folletos turísticos.

Día 1: Llegada a Tuxtla Gutiérrez y el Cañón del Sumidero

Mi viaje comenzó en Tuxtla Gutiérrez, una ciudad eficiente, poco fotogénica, pero estratégica. Desde allí, tomé un colectivo hasta el embarcadero del Cañón del Sumidero. A medida que avanzaba el camino, la selva se cerraba sobre la carretera, como si la región no quisiera revelar sus secretos fácilmente.

El paseo en bote por el río Grijalva es inevitable. Las paredes del cañón se alzan hasta los 1.000 metros, cortadas por el tiempo y el agua. Vi monos aulladores colgados de las ramas, garzas blancas deslizándose sobre el agua, y una cruz gigante clavada en la roca, casi perdida entre la vegetación. No contraté guía. Preferí escuchar el motor del bote, el chapoteo del remo, y dejar que el paisaje contara su propia historia.

Precio del paseo en bote: Aproximadamente 200 – 300 MXN.

Aunque muchos optan por tours organizados desde San Cristóbal, ir por libre desde Tuxtla es más económico y te permite elegir tu ritmo. Solo ten cuidado con los vendedores ambulantes que insisten en “paquetes completos”. El acceso al embarcadero es público, y puedes negociar directamente con los capitanes.

Cañón del Sumidero, Chiapas

Día 2: San Cristóbal de las Casas

Al amanecer, un autobús local me llevó hacia San Cristóbal de las Casas. El ascenso fue lento, serpenteando entre montañas cubiertas de niebla. Al llegar, el frío me sorprendió. Aquí estamos a 2.200 metros sobre el nivel del mar, y el aire es distinto: más limpio, más denso.

La ciudad conserva su arquitectura colonial, pero lo que realmente impresiona es su pulso indígena. En el Mercado de Santo Domingo, mujeres tzotziles venden tejidos con símbolos que cuentan historias antiguas. Compré un poncho ligero, no por necesidad, sino por respeto. Esa noche, cené tamales de elote envueltos en hojas de plátano, y una tortilla de maíz recién hecha que sabía a tierra y humo.

Precio del transporte: El autobús desde Tuxtla cuesta alrededor de 80 – 120 MXN.

Si llegas temprano, camina por el centro histórico antes de que abran los comercios. Las calles están vacías, solo se oye el eco de tus pasos y el repique de alguna campana lejana. Es cuando San Cristóbal parece pertenecer a otro tiempo.

Día 3: Cascadas de Agua Azul y Misol-Há

Partí al tercer día hacia el norte, en un combi azul oxidado con destino a Agua Azul. El trayecto duró más de cuatro horas, pero cada curva revelaba algo nuevo: cafetales colgando de acantilados, ríos esmeralda, pueblos pequeños donde el tiempo parece detenerse.

Cuando vi por primera vez las cascadas de Agua Azul, entendí por qué algunos viajeros lloran al verlas. El agua no solo es turquesa, parece iluminada desde dentro. Fluye en terrazas naturales, formando piscinas donde la gente se baña con devoción. No es un espectáculo, es un ritual.

Luego seguí a Misol-Há, una cascada más solitaria. Aquí el río cae en un solo salto de 30 metros, rodeado de vegetación densa. Puedes nadar bajo la caída, aunque el impacto del agua en la espalda no es para cualquiera.

Precio de entrada a las cascadas: 40 – 50 MXN por parque.

El transporte local es incómodo, pero auténtico. No esperes comodidad. Espera polvo, música ranchera a todo volumen, y vecinos que te ofrecen pan de dulce. Eso también es Chiapas.

Cascadas de Agua Azul y Misol-Há

Día 4: Palenque

Desde San Cristóbal, tomé un autobús nocturno hacia Palenque. Quería llegar al amanecer. Cuando crucé la entrada del sitio arqueológico, la selva estaba cubierta de bruma. Los templos emergían como fantasmas entre los árboles. El calor ya subía, denso, húmedo, pero no importaba. Estaba frente al Templo de las Inscripciones, donde descansan los restos de Pakal el Grande.

Recorrer Palenque es como caminar por un sueño antiguo. La jungla ha recuperado gran parte del espacio, y los monos araña observan desde las copas. Cada escalinata, cada relieve tallado en piedra, habla de un mundo que no se extinguió, sino que se fundió con la tierra.

Precio de entrada: Aproximadamente 85 MXN.

No olvides protector solar, agua y un sombrero. Y si viajas en temporada alta, entra al sitio al abrir. A las 10:00 AM, el calor vuelve imposible cualquier esfuerzo.

¿Quieres una guía oficial de Palenque para llevar contigo?

El INAH ofrece una mini-guía gratuita muy bien hecha, con mapas, historia y rutas.

→ Descargar miniguía oficial de Palenque (PDF)

La usamos durante la visita, y te la recomendamos como base para tu recorrido.

Día 5: Comida y Cultura en San Juan Chamula

Nada prepara para San Juan Chamula. El pueblo está en las alturas, envuelto en nubes. Al entrar a la iglesia, el olor a copal y alcohol de caña te golpea. El suelo está cubierto de pétalos de flor, botellas de refresco, velas encendidas. Los fieles rezan en voz alta, cantan, rompen gallinas vivas como ofrenda. No es teatro. Es fe pura, mezclada con tradiciones prehispánicas.

Respeté la prohibición de fotografías. Aquí no se consume, se participa. Después, en el mercado, compré un tejido bordado con símbolos mayas: un jaguar, un árbol del mundo, un cielo estrellado.

Precio de entrada a la iglesia: 50 MXN.

Se espera una donación. Lleva efectivo en billetes pequeños. Y nunca preguntes por qué hacen lo que hacen. Aquí, algunas preguntas no tienen respuesta, solo sentido.

Día 6 y 7: Lagunas de Montebello y regreso

Para terminar, fui a las Lagunas de Montebello. Son más de 60 lagos dispersos en medio de un bosque de pinos y encinos. El color varía según la luz: verde esmeralda, azul intenso, turquesa eléctrico. Nadé en la Laguna Tziscao, tan tranquila que parecía un espejo.

Me quedé dos días. Dormí en una cabaña de madera, sin electricidad, solo el sonido de los pájaros y el viento. Por las tardes, caminaba por senderos que parecían no tener fin. Chiapas, al final, no es un destino. Es una pausa en el camino.

Precio de entrada: 30 MXN por persona.

Preguntas frecuentes sobre el viaje a Chiapas

¿Es seguro viajar de Tuxtla a San Cristóbal o de Palenque a San Cristóbal?
Sí. Hicimos estos trayectos varias veces, de día y en transporte local. No hubo incidentes. El colectivo hasta Ocosingo requiere atención, pero es seguro si vas alerta y no viajas de noche.

¿Se puede hacer este itinerario con mochila ligera?
Sí, y recomendamos hacerlo así. Las distancias entre destinos son manejables, y el transporte local no castiga tanto como en otros países. Lleva ropa ligera, impermeable y calzado cómodo.

¿Cuál es la mejor época para visitar Chiapas?
De noviembre a abril, durante la temporada seca. Evita junio-septiembre si quieres menos lluvia. Ten en cuenta que diciembre y Semana Santa son temporada alta, con más turistas y precios más altos.

¿Es caro viajar por Chiapas?
No. Es uno de los destinos más económicos de México. Puedes vivir bien con 40-50 € al día, incluyendo alojamiento, comida local y transporte.

¿Necesito guía para visitar Agua Azul o Palenque?
No es obligatorio. En Agua Azul puedes bañarte libremente. En Palenque, la miniguía del INAH (la enlazamos arriba) te sirve de apoyo. Si prefieres contexto histórico, contrata un guía en la entrada por unos 300 MXN (15 €).

¿Hay conexión a internet estable en todo el recorrido?
En ciudades como San Cristóbal o Tuxtla, sí. En zonas rurales como Misol-Há o Montebello, el móvil puede no tener señal. Prepárate: descarga mapas offline y ten siempre efectivo.

Conclusión: Mi experiencia en Chiapas

Chiapas no se recorre en siete días. Se deja sentir. Es un territorio que exige paciencia, respeto y atención. Si decides viajar a México y buscas algo más que playas y tours masivos, este itinerario es para ti. Aquí encontrarás ruinas mayas envueltas en selva, cascadas que brillan como joyas, mercados donde el tiempo no ha cambiado, y un silencio que solo existe en los lugares verdaderos.

Viajero con mochila. Escribo sobre lo que veo, cómo llego y qué recomiendo. Sin tours caros, sin atajos. Solo rutas y experiencia auténtica.

2 comentarios

  1. Patricia

    Hola Enrique !!!
    Me ha encantado tu post y me gustaría hacerte un par de preguntas porque estoy organizando un viaje a Mexico para noviembre y me surgen dudas…
    – ¿Como fuiste a la zona arqueológica de Palenque? ¿desde san cris en bus ida y vuelta?
    – ¿Crees que podría ser buena idea alquilar un coche en la zona para movernos libremente? ¿encontraste algún corte de carreteras durante tus 7 días por Chiapas?
    – ¿tomaste algún bus nocturno por la parte del sur de mexico (chiapas, quintanaroo)? ¿son cómodos? ¿qué compañía utilizaste?

    Gracias, un saludo

    • Hola Patricia! 😊
      Gracias por tu mensaje y por leer el post, ¡me alegra que te sirva!

      Te respondo rápido a tus preguntas:
      ¿Cómo fui a la zona arqueológica de Palenque?
      Yo llegué a Palenque desde San Cristóbal de las Casas, pero no en un tour ida y vuelta de un día (que sí existen, por cierto), sino en autobús de ida, y luego seguí mi camino desde ahí.

      De San Cristóbal a Palenque: Tomé un autobús directo de ADO (empresa Ejecutivos del Sureste también tiene salidas). Dura unas 5–6 horas, y llegué a la terminal de Palenque, no a las ruinas.
      Del pueblo a las ruinas: Desde el pueblo de Palenque, hay colectivos (camionetas) que salen cada 15–20 minutos hacia la entrada de las ruinas. Cuestan unos 20–30 MXN y tardan 20 minutos.
      Regreso: Yo no volví a San Cristóbal, seguí mi ruta hacia el sureste (Belize/Guatemala), pero si tú quieres hacer ida y vuelta, sí es posible, aunque te recomiendo quedarte al menos una noche en Palenque. Así puedes visitar las ruinas con calma, ir al parque Misol-Ha o Agua Azul, y no ir con prisas.

      ¿Vale la pena alquilar un coche en Chiapas?
      Esta la tengo clara: para la mayoría de viajeros, no lo recomiendo — al menos no como forma principal de transporte. En mis 7 días, no encontré ningún corte de carretera, pero sí vi zonas con mantenimiento y advertencias. Noviembre es una excelente época para viajar: clima estable, menos lluvia y buenos horarios de transporte.

      ¿Buses nocturnos en el sur de México? ¿Son cómodos?
      ¡Sí, tomé varios! Y te digo con honestidad: depende del tipo de autobús.

      ADO GL o ADO Platino (los más cómodos): Asientos reclinables casi como cama, aire acondicionado, WiFi, baño. Perfectos para viajes largos (ej: de San Cristóbal a Oaxaca o Mérida). Yo usé ADO y dormí bastante bien.
      Autobuses ejecutivos locales (Ejecutivos del Sureste, etc.): Cómodos, pero más básicos. No son camas, pero sí tienen buen espacio.
      Colectivos o camionetas locales: Solo para distancias cortas (menos de 3h). No recomendados de noche.

      ¡Disfruta mucho tu viaje! Es una de las regiones más mágicas de México. 🌿✨

      Un abrazo,
      Enrique

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